Por: Yendry Salazar
Un sonido característico de los bosques de Costa Rica en cualquier provincia donde nos encontremos: el sonido de las chicharras volando de un árbol a otro. En algunos países las conocen como cigarras, cocuyos, cicadas, chiquirines, tococos, cocoras o cogollos.
Las reconocemos por su tamaño y forma: miden entre 15 y 66 milímetros de largo, cuerpos robustos, cabeza ancha, ojos saltones y alas de membranas transparentes, los colores varían entre verde, café, gris o negro con tonos moteados. Son familia de los chinches, de la familia Cicadidae del orden Hemíptera.
Un dato curioso de ellas son los tres puntos en forma triangular que tienen en la parte superior de su cabeza, éstos son los ocelos u ojos que les permiten ver de forma frontal y también son capaces de evadir la presencia humana.
Existen unas 3900 especies y subespecies a lo largo de todos los continentes del mundo, excepto en la Antártida. En Costa Rica contamos con apenas 28 de ellas, desde las zonas altas y frías hasta las bajas y cálidas donde encontramos la mayoría de ellas.
Cada especie tiene su canto particular y tal como los saltamontes y grillos, solo la cigarra macho es la que emite el sonido desde un aparato estridulatorio ubicado en su abdomen, que funciona como una caja de resonancia que se llena de aire y al vaciarse pasa por una membrana vibracional que los entomólogos llaman “timbales”, éstos sonidos pueden ser emitidos para atraer hembras o como signo de alarma.
El ciclo de vida de las chicharras es bastante peculiar y cuentan con dos etapas: cuando las larvas salen de los huevos se entierran bajo tierra tardando de 2 a 17 años dependiendo de la especie, alimentándose de la savia de la raíz de los árboles y creciendo muy lentamente en su etapa juvenil, y otra como insectos adultos con alas y órganos reproductivos listos para aparearse. Se dice que cuando las ninfas emergen del suelo, trepan cualquier elemento vertical que encuentren y ahí mudan de piel para transformarse. El apareamiento generalmente tiene lugar durante los meses más cálidos del año.
Como adultos pueden durar de 2 a 4 semanas entre el apareamiento y posteriormente a la puesta de huevos mueren en pocos días.
Su sonido puede escucharse a más de 1 km de distancia y alcanzar los 100 decibeles, esto puede compararse a un concierto de rock o al ruido de los aviones sobre un aeropuerto. Lo más curioso es que las hembras son sordas y realmente son atraídas a los machos por las vibraciones, de ahí la importancia del ruido y duración que haga el macho para atraer una hembra.
Mayormente cantan al amanecer y al anochecer. Los días lluviosos, nublados o fríos reducen las posibilidades de que canten. También se cree que el sonido emitido por muchas al mismo tiempo es utilizado como mecanismo de defensa para evitar que las aves se comuniquen entre sí y ser cazadas en grupo.
¿Han escuchado el dicho “orina como una chicharra”? pues en realidad es el excremento que expulsan en forma líquida debido al exceso de azúcares que extraen de los árboles a través de su pico.
Culturas como la china la consideran un poderoso símbolo de renacimiento.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-57112068
https://www.nationalgeographic.es/animales/cigarra
https://www.museocostarica.go.cr/divulgacion/articulos-educativos/las-chicharras/