Las serpientes de la familia Viperidae varían desde 50 cm hasta casi 4m de longitud total y se caracterizan por tener colmillos anteriores de gran tamaño, sujetos a huesos maxilares con amplia movilidad(dentición solenoglifa), así como un poderoso veneno de actividad principalmente necrótica y hemolítica. La mayoría tienen reproducción vivípara, el cuerpo relativamente robusto, con la cabeza ancha y hábitos nocturnos y terrestres, aunque hay algunas arborícolas .
En el caso de la Matabuey (Lachesis stenophrys) también conocida como: Cascabel
Muda, Bushmaster, Toboa Real, Verrugosa, víbora de 4 colmillos o Bocaracá de Javillo,
pertenece a una de las víboras más grandes del mundo, alcanzando casi 2.50m de longitud (3.60m según datos históricos), y de las más venenosas superada sólo por la cobra real.
Aunque es una especie que no se encuentra actualmente en vía de extinción, los investigadores han propuesto incluirla en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) debido a la pérdida de su hábitat, la extracción ilegal con fines de coleccionismo y el exterminio de ejemplares.
Descripción física: El promedio usual de longitud en los adultos está entre 1.90 y 2.10m y los machos son más largos que las hembras. Su perfil dorsal del hocico es ligeramente redondeado y la cola corta con una espuela o uña puntiaguda que asemejan a la serpiente cascabel.
Escamas dorsales fuertemente quilladas y protuberantes (principalmente los adultos) en las hileras centrales del dorso y con dos fosetas apicales por escama. Los ojos son de tamaño mediano y pupila elíptica verticalmente, el color dorsal de fondo en los adultos es amarillo pálido, café amarillento o café grisáceo con un patrón de 23 a 29 diseños oscuros irregulares de forma romboidal. presenta puntos amarillos sobre las escamas de las hileras centrodorsales. El dorso de la cabeza es de color uniforme y ocasionalmente presenta puntos a manchas oscuras. Tiene franjas post oculares anchas y oscuras. Los neonatos muestran una tonalidad anaranjada o café claro, con los diseños dorsales rojizos o café¡ oscuro separados por tonos amarillos. El vientre es blanco a amarillo claro uniforme.
Hábitos: es terrestre y de actividad crepuscular y nocturna, sin embargo, en el periodo de apareamiento los machos se movilizan durante el día, incluso fuera de su límite habitual dentro de la selva primaria. Por lo general muestra un comportamiento sedentario,
permaneciendo hasta 25 días en un mismo sitio. Durante estos períodos, restringe su actividad a cortos lapsos de acecho de presas durante la noche . Se le observa con cierta frecuencia entre las gambas y debajo de los árboles o troncos caídos usualmente cerca de senderos, o al pie de las palmas del género Welfia, donde las semillas que se acumulan alrededor atraen a sus potenciales presas .
Su sobrevivencia depende de la buena salud de su ecosistema. Esto se refleja en sus hábitos alimenticios, esta serpiente se alimenta de presas pequeñas como roedores y topos. Su método de caza es ingresar a las madrigueras de estos mamíferos y emboscarlos en su propia casa. Se han encontrado hasta 2 individuos juntos en la misma madriguera. Y no solo eso. Contrario a otras serpientes, la matabuey no necesita asolearse para acelerar su metabolismo. Las hembras también parecen utilizar estos escondites subterráneos para poner sus huevos.
Reproducción: Aparentemente, las hembras se mantienen cerca de los nidos y protegen los huevos de los depredadores durante su incubación hasta por 50 días, como una manifestación de cuidado parental, pero este comportamiento no se ha comprobado de manera convincente.
Es la única víbora en la región que pone huevos, las otras especies dan a luz a crías vivas.
“A una hembra le toma de cinco a seis años llegar a su madurez sexual, mientras que otras serpientes ─como la terciopelo─ la alcanzan en la mitad del tiempo (tres años) y dan a luz entre 30 y 60 crías vivas. Eso hace a la matabuey sumamente vulnerable.
A esto se suma que, durante la puesta de huevos y posterior cuidado parental, la hembra presenta una alimentación inestable durante seis meses. “Su desgaste es tan alto que por eso esta especie no se reproduce anualmente. Se calcula que lo hace cada dos o tres años”, detalla Greivin Corrales, investigador del Instituto Clodomiro Picado, que se encarga del manejo de las serpientes venenosas en el serpentario de este
centro científico.
Se conocen puestas hasta de 18 huevos, que tardan entre 75 y 90 días para eclosionar. Se han registrado entre 105 y 108 días para nacer, pero posiblemente se relaciona a bajas temperaturas de incubación. Los huevos miden de 6,2 a 8,1cm de largo y pesan entre 43.8 y 84,5g y los recién nacidos miden entre 34.5y 48cm de longitud total y pesan entre 42.6 y 67g.
El ciclo reproductivo es estacional; los apareamientos ocurren entre Febrero y Marzo y las hembras realizan la oviposición entre junio y agosto.
Los nacimientos tienen lugar entre los meses de agosto y octubre.
En cautiverio las hembras alcanzan la madurez sexual aproximadamente con 1,60m de longitud total y unos 5 años de edad Sabes en qué radica la importancia de ésta especie?
El antídoto que proviene de esta serpiente se utiliza para fabricar suero antiofídico polivalente que ayuda a contrarrestar envenenamiento de otras 17 especies.
Cada año, entre 500 y 600 accidentes por mordedura de serpiente ocurren en Costa Rica, sin embargo, se calcula que solo tres de estos sucesos ocasionan la muerte de quien ha sido víctima de la serpiente.
La razón de la baja mortalidad radica en la investigación y fabricación de antídotos que desde el año 1970 realiza el Instituto Clodomiro Picado de la
Universidad de Costa Rica. La institución también distribuye alrededor de 100 000 frascos de suero antiofídico que salvan las vidas de entre 10 000 y 20 000 personas cada año, no solo en Costa Rica, sino en 14 países de
alta vulnerabilidad.
Uno de estos sueros resulta de la mezcla de los venenos de la serpiente terciopelo (Bothrops asper) del Atlántico y el Pacífico, la Cascabel (Crotalus simus) y la Matabuey (Lachesis stenophrys). Sin embargo, la matabuey en Costa Rica como ya mencionamos enfrenta serias amenazas que ponen en riesgo la supervivencia de la especie y, al mismo tiempo, podría dejar sin antídoto a miles de personas mordidas por serpientes en Centroamérica.
Distribución y hábitat: Desde el sur de la vertiente del Caribe en
Nicaragua hasta el oeste y el sector central de Panamá. En Costa Rica habita en los bosques lluviosos tropicales y subtropicales de la vertiente del Caribe, desde el nivel del mar hasta 1000 metros de altitud.